Fruto de las más insospechadas coincidencias que determinan el paso de mi vida. Emergiendo desde los escenarios más improbables y en el momento menos esperado.
Y pensar que en un principio te negaste, que no te atreviste a cruzar la delgada línea roja que separaba nuestros errantes destinos.
Pese a todo y contra todo logre hacerte parte de mi sueño incipiente, de los pasos que recién comienzan a alejarse de mi letanía.
Y recordar tu fugaz sonrisa haciéndose paso en medio de la oscuridad, cautivando mis sentidos y animándome a más.
Sí, en el preciso momento en que tus ojos me encandilaron fui capaz de reconocer aquella línea que parecía borrosa e inalcanzable, aquella caprichosa vitrina de detalles y coincidencias que esta vez no dejaría escapar.
Me entrego. Con un fulminante deseo atravieso el umbral que nos intentaba apartar.
Ahora espero encontrar tu camino y desatar tu atención. Provocar esas sensaciones únicas que me determinan bajo el juego del amor y así entregarte mis ideales para que se conviertan en tuyos. Sueño con que este placer no acabe jamás, sueño cada noche con más, sueño despierto con tu amor y me deleito con todo lo que me entregas.
Esta si es mi bailarina en la oscuridad.
viernes, 1 de junio de 2007
viernes, 11 de mayo de 2007
Sorpresa
Fue entonces cuando esas palabras que aún no puedo olvidar me sacudieron de mi sueño pasivo…
- ¿Quién eres Andrés?
- ¿En que te has convertido?
¿Cómo podías saber tanto de mí?
¿Cómo era posible que recordaras nostálgicamente al hombre en el que un día me convertiste?
Ahí te encontrabas, tal como antes, una vez más atrapándome en mis sueños, regalándome la sorpresa de tu repentina aparición.
Te escondes entre los árboles, jugando con mis sentidos y gozando con mi más absoluta vulnerabilidad frente a tu imagen.
Me encuentras desprevenido, paseando en mi letargo para despertarme con el colorido de tus uñas y el calor de tus manos sobre mi rostro indefenso.
Niña, mujer soñadora, dulce maravilla de regocijos en tu vida llena de detalles, con tus gestos dibujas sonrisas para este triste mundo acelerado. Expresas mi sentido con agrado, derrochando tu simpleza avasalladora con flores tras tu camino.
Yo soy aquél que las recogerá, una tras otra para recordarte algún día todo lo que me otorgaste con tu tierna mirada.
Despierto de mi sueño, duro golpe que nos brinda la realidad. Pero…¿Quién se atreve a decir que la vida no puede ser un sueño?
Hoy me levanté y pinte el cielo para ti.
Hermosos los colores que relucían en tu sonrisa.
Y perfecto el sueño en que convertiste mi vida.
- ¿Quién eres Andrés?
- ¿En que te has convertido?
¿Cómo podías saber tanto de mí?
¿Cómo era posible que recordaras nostálgicamente al hombre en el que un día me convertiste?
Ahí te encontrabas, tal como antes, una vez más atrapándome en mis sueños, regalándome la sorpresa de tu repentina aparición.
Te escondes entre los árboles, jugando con mis sentidos y gozando con mi más absoluta vulnerabilidad frente a tu imagen.
Me encuentras desprevenido, paseando en mi letargo para despertarme con el colorido de tus uñas y el calor de tus manos sobre mi rostro indefenso.
Niña, mujer soñadora, dulce maravilla de regocijos en tu vida llena de detalles, con tus gestos dibujas sonrisas para este triste mundo acelerado. Expresas mi sentido con agrado, derrochando tu simpleza avasalladora con flores tras tu camino.
Yo soy aquél que las recogerá, una tras otra para recordarte algún día todo lo que me otorgaste con tu tierna mirada.
Despierto de mi sueño, duro golpe que nos brinda la realidad. Pero…¿Quién se atreve a decir que la vida no puede ser un sueño?
Hoy me levanté y pinte el cielo para ti.
Hermosos los colores que relucían en tu sonrisa.
Y perfecto el sueño en que convertiste mi vida.
lunes, 30 de abril de 2007
De sueños y confusión
Confundido y aterrado por los pasos ambiguos. Perturbado por el silencio de tus labios partidos. Sueño contigo, con esas manos que me acogen y me incitan, que me protegen y me invitan. En ellos siento el aroma de tu cuerpo de mujer impredecible. Dulce fragancia enigmática que excita mis sentidos.
Sueño del que no pretendo despertar, sueño que juntos construimos abrazados entre las penumbras delatoras. Lazo, puente de palabras indestructibles de la unión corpórea.
Conciencia espía, burda razón de letanía, jamás podrás apoderarte de mi vida, aquella que tiene dueña y que sin ella se indetermina.
Amor de mi vida, princesa incomprendida, no te pierdas en mis sombras y agonías. Alcánzame con la luz de tus ojos y esboza una sonrisa, una simple y delicada sonrisa que me devuelva la alegría.
Basta, no quiero seguir despertando entre los papelillos que hablan de tu vida, entre trozos de una amarga y trizada melancolía, extrañando tus brazos, tu pelo y tu cuerpo junto al mío. Quiero que me beses, que me toques y me ames. Que un día me necesites sin pretexto y me busques entre las filas. Que me encuentres en la más profunda intimidad y que tan solo me recibas.
Sueño del que no pretendo despertar, sueño que juntos construimos abrazados entre las penumbras delatoras. Lazo, puente de palabras indestructibles de la unión corpórea.
Conciencia espía, burda razón de letanía, jamás podrás apoderarte de mi vida, aquella que tiene dueña y que sin ella se indetermina.
Amor de mi vida, princesa incomprendida, no te pierdas en mis sombras y agonías. Alcánzame con la luz de tus ojos y esboza una sonrisa, una simple y delicada sonrisa que me devuelva la alegría.
Basta, no quiero seguir despertando entre los papelillos que hablan de tu vida, entre trozos de una amarga y trizada melancolía, extrañando tus brazos, tu pelo y tu cuerpo junto al mío. Quiero que me beses, que me toques y me ames. Que un día me necesites sin pretexto y me busques entre las filas. Que me encuentres en la más profunda intimidad y que tan solo me recibas.
domingo, 29 de abril de 2007
El lado oscuro del corazón.
Siempre seré aquel que pisa tu sombra, el que se oscurece en ella.
Eterna promesa de arrastrarme por tu camino coleccionando tus palabras, marcado por tus huellas, determinado por el amor.
Prisionero de mis tácticas y de las vagas estrategias en busca de tu atención. Me pierdo deambulando en el silencio, hablándole a las imágenes que descansan en mis recuerdos a la espera de una mirada que estremezca mi corazón.
Y que al fin te des vuelta y me encuentres en la frialdad de la noche, entregado al sucio juego del amor. Que te detengas y súbitamente te percates de mi tristeza, ahogando en un vaso esa incipiente sonrisa burlesca que emerge de tu rostro.
Pero que sepas que de dichas marcas surge el verdadero amor, el único y verdadero amor. Ese que sólo yo soy capaz de concebir y crear. Aquél que busca respuestas donde no las hay, amor posesivo, egoísta, amor que se preocupa únicamente de sí, amor que lo abarca todo, llenando los espacios del vacío inexorable. Amor, que me hace sentir vivo y me invita a volar en su recorrido.
Sí, de mis heridas brota el amor, ese que no conoces y crees sentir por mí.
Sí, en ellas se refleja mi vida, lo que soy y lo que fui, y la entrega que tengo por ti.
Eterna promesa de arrastrarme por tu camino coleccionando tus palabras, marcado por tus huellas, determinado por el amor.
Prisionero de mis tácticas y de las vagas estrategias en busca de tu atención. Me pierdo deambulando en el silencio, hablándole a las imágenes que descansan en mis recuerdos a la espera de una mirada que estremezca mi corazón.
Y que al fin te des vuelta y me encuentres en la frialdad de la noche, entregado al sucio juego del amor. Que te detengas y súbitamente te percates de mi tristeza, ahogando en un vaso esa incipiente sonrisa burlesca que emerge de tu rostro.
Pero que sepas que de dichas marcas surge el verdadero amor, el único y verdadero amor. Ese que sólo yo soy capaz de concebir y crear. Aquél que busca respuestas donde no las hay, amor posesivo, egoísta, amor que se preocupa únicamente de sí, amor que lo abarca todo, llenando los espacios del vacío inexorable. Amor, que me hace sentir vivo y me invita a volar en su recorrido.
Sí, de mis heridas brota el amor, ese que no conoces y crees sentir por mí.
Sí, en ellas se refleja mi vida, lo que soy y lo que fui, y la entrega que tengo por ti.
"Alumbraste el lado oscuro de mi corazón. Lo hiciste pero te fuiste sin apagar la luz. Como te puedes ir tan pobre... dejandome a mi tan rico."
El lado cursi de mi corazón
Corazón coraza (Mario Benedetti)
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
lunes, 23 de abril de 2007
Carne trémula
Envueltos en la más sórdida pasión, llevados por la noche.
Invitados al descontrol y participes de la indecencia corporal.
Jugueteo de siluetas caprichosas, adornadas por sonrisas agitadas en medio de la proclamación temblorosa de tu cuerpo, de la posesión de tu cuerpo.
Y así, invitados al desfile del placer, detenidos por la marcha de un roce furtivo, manifestamos el deseo entre apetitosos gemidos que perturban nuestros oídos.
Dulce exaltación de mis sentidos, prendido por tu mirada perdida, aún más escondida y retraída entre los suspiros del deleite, mientras las luces acompañan mis maños en el recorrido de tu espalda para luego apagarse y dar paso a la cómplice oscuridad con la que te poseen mis dedos.
Protagonistas del juego de seducción, arrastrados por la pugna del amor, abatidos por el rojo de nuestros corazones. Amante en la sinceridad de tus peticiones, complaciente tras las órdenes que imprimen enseñanza y deseo.
Y repetirte eternamente en nuestra agonía todo lo que me provocas.
Todo lo que soy y lo que quiero.
Invitados al descontrol y participes de la indecencia corporal.
Jugueteo de siluetas caprichosas, adornadas por sonrisas agitadas en medio de la proclamación temblorosa de tu cuerpo, de la posesión de tu cuerpo.
Y así, invitados al desfile del placer, detenidos por la marcha de un roce furtivo, manifestamos el deseo entre apetitosos gemidos que perturban nuestros oídos.
Dulce exaltación de mis sentidos, prendido por tu mirada perdida, aún más escondida y retraída entre los suspiros del deleite, mientras las luces acompañan mis maños en el recorrido de tu espalda para luego apagarse y dar paso a la cómplice oscuridad con la que te poseen mis dedos.
Protagonistas del juego de seducción, arrastrados por la pugna del amor, abatidos por el rojo de nuestros corazones. Amante en la sinceridad de tus peticiones, complaciente tras las órdenes que imprimen enseñanza y deseo.
Y repetirte eternamente en nuestra agonía todo lo que me provocas.
Todo lo que soy y lo que quiero.
jueves, 19 de abril de 2007
Contra la pared (Gegen die wand)
Lamentos…
Gemidos…
Se intercalan entre mis afligidos suspiros.
Me arrastro contra la pared, empujado por tu esencia, presionado por tu clamor de mujer caprichosa. Forzado por mis sentimientos e ideales, pegado en mi desolación.
Cuerpos prensados… amor y odio desatados por un deseo furibundo, mediante caricias desenfrenadas que intentan hacerte mía. Mezcla de pasiones contrapuestas que invaden mi cuerpo.
La razón me invita al escape, a continuar en la cómoda languidez de mi vida de tranco sereno. Aquella que no sabe de cambios ni resquemores…esa que se funde sin mediar pasiones, despojado de pretensiones.
Pero el roce de nuestros cuerpos despierta los sentimientos, y cegado por el perfume de tu respiración agitada, me entrego. Rendido por tu cuerpo y el ávido deseo. Corazones entrelazados, perforado por las dagas que afloran de mi pecho.
Despierto de mi sueño, fatal realidad la que se escurre entre mis dedos. Tu cuerpo inerte, sin respuesta… y el mío desamparado, hundido en el más terrible desconsuelo. La presión que me imprime tu ausencia es aún más fuerte, tan devastadora que ya no puedo contener este dolor que me desgarra y atropella. Llanto de niño, sincero e inútil, rabioso, fútil.
Finalmente me marcho en medio del vacío y la indiferencia, dejando un camino de huellas profundas, marcas de tristeza…recuerdos del sufrimiento que algún día la lluvia se empeñará en borrar, para olvidar el fracaso de poseer tu esencia.
Gemidos…
Se intercalan entre mis afligidos suspiros.
Me arrastro contra la pared, empujado por tu esencia, presionado por tu clamor de mujer caprichosa. Forzado por mis sentimientos e ideales, pegado en mi desolación.
Cuerpos prensados… amor y odio desatados por un deseo furibundo, mediante caricias desenfrenadas que intentan hacerte mía. Mezcla de pasiones contrapuestas que invaden mi cuerpo.
La razón me invita al escape, a continuar en la cómoda languidez de mi vida de tranco sereno. Aquella que no sabe de cambios ni resquemores…esa que se funde sin mediar pasiones, despojado de pretensiones.
Pero el roce de nuestros cuerpos despierta los sentimientos, y cegado por el perfume de tu respiración agitada, me entrego. Rendido por tu cuerpo y el ávido deseo. Corazones entrelazados, perforado por las dagas que afloran de mi pecho.
Despierto de mi sueño, fatal realidad la que se escurre entre mis dedos. Tu cuerpo inerte, sin respuesta… y el mío desamparado, hundido en el más terrible desconsuelo. La presión que me imprime tu ausencia es aún más fuerte, tan devastadora que ya no puedo contener este dolor que me desgarra y atropella. Llanto de niño, sincero e inútil, rabioso, fútil.
Finalmente me marcho en medio del vacío y la indiferencia, dejando un camino de huellas profundas, marcas de tristeza…recuerdos del sufrimiento que algún día la lluvia se empeñará en borrar, para olvidar el fracaso de poseer tu esencia.
martes, 17 de abril de 2007
Recuerdos de bronce, María.
Fiel réplica morena de la esbelta figura de bronce que se erige entre nosotros.
Pegados en tu rincón, a tu estatua, perplejos entre la densa humedad imperante.
Aquellas hermosas palabras dedicadas se repiten en mi frente, deambulando por el camino que imprimen tus emociones más íntimas.
Aislados del mundo, testigos ocultos del amor de un padre, desolados por su negación, palpando su injusticia.
Perchè?
Eterna envidia de la naturaleza sobre tu silueta, espectadores de los celos irracionales emanados por tu belleza. Delicada y comprometida, perdida en los escombros de una extreña coincidencia.
Mujer…
Princesa…
De verde desembocadura en aquel anillo de tristeza.
Majestuosa…
Tersa…
Pegados en tu rincón, a tu estatua, perplejos entre la densa humedad imperante.
Aquellas hermosas palabras dedicadas se repiten en mi frente, deambulando por el camino que imprimen tus emociones más íntimas.
Aislados del mundo, testigos ocultos del amor de un padre, desolados por su negación, palpando su injusticia.
Perchè?
Eterna envidia de la naturaleza sobre tu silueta, espectadores de los celos irracionales emanados por tu belleza. Delicada y comprometida, perdida en los escombros de una extreña coincidencia.
Mujer…
Princesa…
De verde desembocadura en aquel anillo de tristeza.
Majestuosa…
Tersa…
viernes, 13 de abril de 2007
El latido de mi corazón.
Enamorado del latido de mi corazón.
De los golpes furiosos contra mi pecho.
Y tu cabeza sobre mi pecho.
Ansias incontrolables de volverte a ver.
De revivir tu pelo envolviendo mi cuerpo,
Rozando delicadamente mi frente al besar tu cuello.
Suave y terso recorrido a través del placentero camino del deseo.
Y susurrarte al oído…
Declararte mi amor y mi fragilidad,
Dibujando un halo de cosquilleo alrededor de tus sentidos.
Y que me mires, y sonrías…
Que bajes el rostro escondiéndote entre las sombras…
Para luego emerger con una nueva mirada y sonrisa fugaz.
Destello de mi vida.
¿Sientes mi dulce melodía delatora?
De los golpes furiosos contra mi pecho.
Y tu cabeza sobre mi pecho.
Ansias incontrolables de volverte a ver.
De revivir tu pelo envolviendo mi cuerpo,
Rozando delicadamente mi frente al besar tu cuello.
Suave y terso recorrido a través del placentero camino del deseo.
Y susurrarte al oído…
Declararte mi amor y mi fragilidad,
Dibujando un halo de cosquilleo alrededor de tus sentidos.
Y que me mires, y sonrías…
Que bajes el rostro escondiéndote entre las sombras…
Para luego emerger con una nueva mirada y sonrisa fugaz.
Destello de mi vida.
¿Sientes mi dulce melodía delatora?
miércoles, 11 de abril de 2007
Au Revoir Les Enfants
Un silencio eterno me atrapa, me despoja y me desgarra.
Mientras naufrago en olas de melancolía con un dejo de tristeza.
Recuerdos de la infancia me invaden en el intertanto provocado por la soledad. Añoranzas de un pasado que siempre parece haber sido mejor se repiten en mi mente, como si mi memoria sólo tuviese cabida para momentos felices.
Sueño despierto con un pasado y un futuro mejor. Ya lo sé, soy un eterno idealista, un enamorado de la vida que rasguña desesperadamente las paredes de su mundo racional.
Proyecto en ti aquél futuro, el sentido de mi vida y el fin de la búsqueda de la felicidad. Intento que me tomes de la mano y que juntos escribamos con nuestras miradas que el mundo es nuestro.
Creo que sólo soy un niño.
Inocente, frágil, simple y entregado.
Un niño enamorado que te necesita cerca y que reclama tu cuidado.
Aquél que depende de tu presencia para que sus ideales se transformen en realidad.
El que no sabe de regocijos en tu ausencia.
Un hombre que al mirarte sabe que no puede decirle adiós a los niños, a esos lindos niños que veo en nosotros dos.
martes, 27 de marzo de 2007
Hombre mirando al sudeste.
En una fría noche de Julio, nos encontramos tal cual lo habíamos previsto.
El nerviosismo se apoderaba de mí, junto con el regocijo que provocaba el final de una larga espera.
Te me arrimaste suavemente, mientras no podía dejar de pensar en lo hermosa que te encontrabas, contrastando aquel difuso recuerdo grabado en mi memoria.
Mi Buenos Aires querido...
Pronto nos encontramos caminando por las angostas calles bonaerenses. Comienza a llover, y las gotas caprichosamente se agolpan impactando persistentemente aquellas aceras trizadas, fiel reflejo de la realidad de una sociedad que aún no se recupera del todo. ¿Qué marcas habrían quedado en esos delicados labios?
Con gusto acepto aquel cigarro. La ocasión, la noche y el frío lo convierten en una deliciosa compañía que se escurre entre nuestras bocas derrochando satisfacción.
No sabia hacia donde me llevabas, pero la verdad no me importaba, ya que el sólo hecho de desplazarnos en aquel escenario de fuertes evocaciones pasadas me reconfortaba.
Reconozco a lo lejos el cementerio de la Recoleta, y como luces rojas penetramos el tenue humo, apenas visible dentro de la inmensa oscuridad de aquella implacable sacridad. Pegados a aquellas paredes, atraídos por la corriente del mármol y el olor a humedad.
Fue entonces cuando te detuviste frente a un enorme vidrio polarizado que emanaba el reflejo de nuestra frágil figura. Siempre tan decidida y segura, no habías cambiado en lo absoluto. Nuevamente una mirada tuya me penetraba.
- Dale, ¿te animás?
Dejé caer la colilla del cigarro en un turbio charco. Tan sólo contribuía con la nueva estética de la sucia capital porteña.
- ¿Decíme, alguna vez te negué algo?
Habitación 501. Vaso con whisky argentino de dudosa calidad en mi mano. Camisa entreabierta. Y vos….vos parada mirando el zigzagueo de las gotas apuradas por el golpe del viento en la ventana. Tan segura y quebrantable a la vez. Tan simple y compleja.
Me acerco a tu espalda y acaricio tu pelo, aquel olor me trae los más hermosos recuerdos. El deseo arrasa con mi razón. Mis dedos se deslizan palpando tus hombros y mi pecho roza tu delicada silueta ¿Cuánto tiempo habría pasado desde la última vez?
Esa noche por fin volvía a ser el hombre del sudeste.
martes, 20 de marzo de 2007
Rayuela...segunda lectura.
Rayuela (1963) es la gran novela de Julio Cortázar. El libro donde el escritor Argentino supo condensar sus propias obsesiones estéticas, literarias y vitales en un mosaico casi inagotable donde toda una época se vio maravillosamente reflejada. El amor turbulento de Oliveira y La Maga, los amigos del Club de la Serpiente, las caminatas por París en busca del cielo y el infierno tienen su contracara en la aventura simétrica de Oliveira, Talita y Traveler en un Buenos Aires teñido por el recuerdo.
Por primera vez, un escritor lleva hasta las últimas consecuencias la voluntad de transgredir el orden tradicional de una historia y el lenguaje para contarla. Es un libro único, abierto a múltiples lecturas, lleno de humor, de riesgo y de una originalidad sin precedentes.
"A su manera, este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros"
Julio Cortázar.
viernes, 16 de marzo de 2007
Tu ausencia (L´Ultimo Bacio)
Me encuentro abandonado entre cuatro paredes,
Y tu no estas aquí.
La desesperanza se apodera de mí,
Hoy voy a morir.
Un grito iracundo que clama tu nombre
se ahoga bajo las aguas de tu sordo corazón.
Hoy voy a morir.
De mi piel brota melancolía y las paredes
Implacables relucen teñidas con mi sangre (tu sangre).
¡Se que no vas a venir!.
Poco a poco me hundo en mis lagrimas y es que
El dolor que imprime tu indiferencia no lo puedo resistir.
Pobre corazón, ya no sabrá lo que es latir.
Por una diminuta ventana diviso como te alejas,
Tan campante y sin preocuparte por mi.
Irradiando una tranquilidad que cae como cortina de hierro,
Oscureciendo aquel cuarto,
Mi existencia y mis sentimientos.
No te veo venir.
Ya en la agonía comienzo a imaginar nuestro ultimo beso,
Aquellos pétalos rozando mis labios…estremeciendo mi cuerpo (tu cuerpo).
Mi boca deslizándose por tu espalda
y mis ojos recorriendo un camino color carmín.
Sentir como el deseo une nuestra piel en medio de caricias desenfrenadas
Penetrantes, ardientes. Es irresistible…remar contra tu atracción.
Te quiero junto a mí.
Pero la simple idea de tenerte a mi lado
se desmorona frente a la desesperanza
y el contraste que brinda el paisaje de la realidad.
He ahí mi cuerpo inerte, despojado, completamente abandonado.
Aún más vacío y carente de sentido sin ti.
Un cuerpo que no refleja marcas de aquél ultimo beso que nunca existió.
Al fin he muerto,
Con tu ausencia
Y sin el último beso.
domingo, 11 de marzo de 2007
sábado, 10 de marzo de 2007
Te doy mis ojos
Te doy mis ojos.
Me regalas tu chasquilla???
Ries....
Mi corazón.
Tu mano.
Tu mano sobre mi pecho.
Sientes como late??
Las vibraciones penetran tu cuerpo...
Ahora puedo ver el mundo con nuestros ojos.
El sentimiento se hace uno...
juntamos nuestros labios
y palpamos el sabor del aire que cruza entre ellos.
Un pensamiento se expande en el cielo
y susurra suavemente un te quiero.
Me regalas tu chasquilla???
Ries....
Mi corazón.
Tu mano.
Tu mano sobre mi pecho.
Sientes como late??
Las vibraciones penetran tu cuerpo...
Ahora puedo ver el mundo con nuestros ojos.
El sentimiento se hace uno...
juntamos nuestros labios
y palpamos el sabor del aire que cruza entre ellos.
Un pensamiento se expande en el cielo
y susurra suavemente un te quiero.
viernes, 9 de marzo de 2007
Bailarina en la Oscuridad
Una linda princesita se encontraba perdida dentro de la inmensa oscuridad imperante....hasta las estrellas brillaban por su ausencia.
Asustada y confundida retrocedías caminando sin rumbo alguno.
Fue entonces cuando te topaste con algo…en el momento menos esperado.... y en el lugar mas recóndito que se pudiese imaginar.
Sentías miedo y a la vez ansiedad de saber que era lo que detuvo tu camino. Las estrellas, curiosas se hicieron paso titilando en medio del firmamento.Percibiste que era alguien....una persona...pero no sabias que hacer.....estabas espalda con espalda junto quizás, a otro sin rumbo.
No tardaste en confirmar tu presentimiento, palpaste los brazos firmes de un hombre que te abrazaba con cariño....y sentiste alivio.....una sensación de protección invadió tu diminuta esencia. Lentamente la oscuridad iba dando paso a una tenue iluminación, tal como focos en el teatro del magno bosque. Sin darnos cuenta éramos protagonistas de un baile al compás del viento....y tu pelo…..tu pelo increíblemente sutil, suavemente… me atrapaba apegándome cada vez mas a ti.
- ¿Quién eres? Pregunto la princesita....Ni siquiera te conozco y me haces sentir así.
-No tiene importancia...sólo soy la persona que te ha estado buscando toda la vida.
-¡Quiero verte!......pero no puedo…
-Abre los ojos princesita…… ¿No te das cuenta que lo iluminas todo con tu sola presencia?
Abriste los ojos lentamente…….y por fin viste la luz. No alcanzaste a decir nada…y ya tenias entre tus manos un enorme libro y un lápiz. Sorprendida… lo abriste…pero no había nada escrito.
-¿Qué es?...exclamó la princesita aun más confundida.
- Es un regalo…para que escribas nuestra historia en el.
Una sonrisa amplia surgió de los hermosos ojos de la princesita….y juntos nos sumergimos en ella….al ritmo lento y terso de la bailarina de la oscuridad.
Asustada y confundida retrocedías caminando sin rumbo alguno.
Fue entonces cuando te topaste con algo…en el momento menos esperado.... y en el lugar mas recóndito que se pudiese imaginar.
Sentías miedo y a la vez ansiedad de saber que era lo que detuvo tu camino. Las estrellas, curiosas se hicieron paso titilando en medio del firmamento.Percibiste que era alguien....una persona...pero no sabias que hacer.....estabas espalda con espalda junto quizás, a otro sin rumbo.
No tardaste en confirmar tu presentimiento, palpaste los brazos firmes de un hombre que te abrazaba con cariño....y sentiste alivio.....una sensación de protección invadió tu diminuta esencia. Lentamente la oscuridad iba dando paso a una tenue iluminación, tal como focos en el teatro del magno bosque. Sin darnos cuenta éramos protagonistas de un baile al compás del viento....y tu pelo…..tu pelo increíblemente sutil, suavemente… me atrapaba apegándome cada vez mas a ti.
- ¿Quién eres? Pregunto la princesita....Ni siquiera te conozco y me haces sentir así.
-No tiene importancia...sólo soy la persona que te ha estado buscando toda la vida.
-¡Quiero verte!......pero no puedo…
-Abre los ojos princesita…… ¿No te das cuenta que lo iluminas todo con tu sola presencia?
Abriste los ojos lentamente…….y por fin viste la luz. No alcanzaste a decir nada…y ya tenias entre tus manos un enorme libro y un lápiz. Sorprendida… lo abriste…pero no había nada escrito.
-¿Qué es?...exclamó la princesita aun más confundida.
- Es un regalo…para que escribas nuestra historia en el.
Una sonrisa amplia surgió de los hermosos ojos de la princesita….y juntos nos sumergimos en ella….al ritmo lento y terso de la bailarina de la oscuridad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)