viernes, 1 de junio de 2007

La delgada línea roja (Thin red line)

Fruto de las más insospechadas coincidencias que determinan el paso de mi vida. Emergiendo desde los escenarios más improbables y en el momento menos esperado.
Y pensar que en un principio te negaste, que no te atreviste a cruzar la delgada línea roja que separaba nuestros errantes destinos.
Pese a todo y contra todo logre hacerte parte de mi sueño incipiente, de los pasos que recién comienzan a alejarse de mi letanía.
Y recordar tu fugaz sonrisa haciéndose paso en medio de la oscuridad, cautivando mis sentidos y animándome a más.
Sí, en el preciso momento en que tus ojos me encandilaron fui capaz de reconocer aquella línea que parecía borrosa e inalcanzable, aquella caprichosa vitrina de detalles y coincidencias que esta vez no dejaría escapar.
Me entrego. Con un fulminante deseo atravieso el umbral que nos intentaba apartar.
Ahora espero encontrar tu camino y desatar tu atención. Provocar esas sensaciones únicas que me determinan bajo el juego del amor y así entregarte mis ideales para que se conviertan en tuyos. Sueño con que este placer no acabe jamás, sueño cada noche con más, sueño despierto con tu amor y me deleito con todo lo que me entregas.

Esta si es mi bailarina en la oscuridad.

viernes, 11 de mayo de 2007

Sorpresa

Fue entonces cuando esas palabras que aún no puedo olvidar me sacudieron de mi sueño pasivo…

- ¿Quién eres Andrés?
- ¿En que te has convertido?

¿Cómo podías saber tanto de mí?
¿Cómo era posible que recordaras nostálgicamente al hombre en el que un día me convertiste?

Ahí te encontrabas, tal como antes, una vez más atrapándome en mis sueños, regalándome la sorpresa de tu repentina aparición.
Te escondes entre los árboles, jugando con mis sentidos y gozando con mi más absoluta vulnerabilidad frente a tu imagen.
Me encuentras desprevenido, paseando en mi letargo para despertarme con el colorido de tus uñas y el calor de tus manos sobre mi rostro indefenso.
Niña, mujer soñadora, dulce maravilla de regocijos en tu vida llena de detalles, con tus gestos dibujas sonrisas para este triste mundo acelerado. Expresas mi sentido con agrado, derrochando tu simpleza avasalladora con flores tras tu camino.
Yo soy aquél que las recogerá, una tras otra para recordarte algún día todo lo que me otorgaste con tu tierna mirada.

Despierto de mi sueño, duro golpe que nos brinda la realidad. Pero…¿Quién se atreve a decir que la vida no puede ser un sueño?

Hoy me levanté y pinte el cielo para ti.
Hermosos los colores que relucían en tu sonrisa.
Y perfecto el sueño en que convertiste mi vida.

lunes, 30 de abril de 2007

De sueños y confusión

Confundido y aterrado por los pasos ambiguos. Perturbado por el silencio de tus labios partidos. Sueño contigo, con esas manos que me acogen y me incitan, que me protegen y me invitan. En ellos siento el aroma de tu cuerpo de mujer impredecible. Dulce fragancia enigmática que excita mis sentidos.

Sueño del que no pretendo despertar, sueño que juntos construimos abrazados entre las penumbras delatoras. Lazo, puente de palabras indestructibles de la unión corpórea.
Conciencia espía, burda razón de letanía, jamás podrás apoderarte de mi vida, aquella que tiene dueña y que sin ella se indetermina.

Amor de mi vida, princesa incomprendida, no te pierdas en mis sombras y agonías. Alcánzame con la luz de tus ojos y esboza una sonrisa, una simple y delicada sonrisa que me devuelva la alegría.

Basta, no quiero seguir despertando entre los papelillos que hablan de tu vida, entre trozos de una amarga y trizada melancolía, extrañando tus brazos, tu pelo y tu cuerpo junto al mío. Quiero que me beses, que me toques y me ames. Que un día me necesites sin pretexto y me busques entre las filas. Que me encuentres en la más profunda intimidad y que tan solo me recibas.

domingo, 29 de abril de 2007

El lado oscuro del corazón.

Siempre seré aquel que pisa tu sombra, el que se oscurece en ella.
Eterna promesa de arrastrarme por tu camino coleccionando tus palabras, marcado por tus huellas, determinado por el amor.

Prisionero de mis tácticas y de las vagas estrategias en busca de tu atención. Me pierdo deambulando en el silencio, hablándole a las imágenes que descansan en mis recuerdos a la espera de una mirada que estremezca mi corazón.

Y que al fin te des vuelta y me encuentres en la frialdad de la noche, entregado al sucio juego del amor. Que te detengas y súbitamente te percates de mi tristeza, ahogando en un vaso esa incipiente sonrisa burlesca que emerge de tu rostro.

Pero que sepas que de dichas marcas surge el verdadero amor, el único y verdadero amor. Ese que sólo yo soy capaz de concebir y crear. Aquél que busca respuestas donde no las hay, amor posesivo, egoísta, amor que se preocupa únicamente de sí, amor que lo abarca todo, llenando los espacios del vacío inexorable. Amor, que me hace sentir vivo y me invita a volar en su recorrido.

Sí, de mis heridas brota el amor, ese que no conoces y crees sentir por mí.
Sí, en ellas se refleja mi vida, lo que soy y lo que fui, y la entrega que tengo por ti.

"Alumbraste el lado oscuro de mi corazón. Lo hiciste pero te fuiste sin apagar la luz. Como te puedes ir tan pobre... dejandome a mi tan rico."

El lado cursi de mi corazón

Corazón coraza (Mario Benedetti)

Porque te tengo y no

porque te pienso

porque la noche está de ojos abiertos

porque la noche pasa y digo amor

porque has venido a recoger tu imagen

y eres mejor que todas tus imágenes

porque eres linda desde el pie hasta el alma

porque eres buena desde el alma a mí

porque te escondes dulce en el orgullo

pequeña y dulce

corazón coraza

porque eres mía

porque no eres mía

porque te miro y muero

y peor que muero

si no te miro amor

si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera

pero existes mejor donde te quiero

porque tu boca es sangre

y tienes frío

tengo que amarte amor

tengo que amarte

aunque esta herida duela como dos

aunque te busque y no te encuentre

y aunque

la noche pase y yo te tenga

y no.

lunes, 23 de abril de 2007

Carne trémula

Envueltos en la más sórdida pasión, llevados por la noche.
Invitados al descontrol y participes de la indecencia corporal.

Jugueteo de siluetas caprichosas, adornadas por sonrisas agitadas en medio de la proclamación temblorosa de tu cuerpo, de la posesión de tu cuerpo.

Y así, invitados al desfile del placer, detenidos por la marcha de un roce furtivo, manifestamos el deseo entre apetitosos gemidos que perturban nuestros oídos.

Dulce exaltación de mis sentidos, prendido por tu mirada perdida, aún más escondida y retraída entre los suspiros del deleite, mientras las luces acompañan mis maños en el recorrido de tu espalda para luego apagarse y dar paso a la cómplice oscuridad con la que te poseen mis dedos.

Protagonistas del juego de seducción, arrastrados por la pugna del amor, abatidos por el rojo de nuestros corazones. Amante en la sinceridad de tus peticiones, complaciente tras las órdenes que imprimen enseñanza y deseo.

Y repetirte eternamente en nuestra agonía todo lo que me provocas.
Todo lo que soy y lo que quiero.

jueves, 19 de abril de 2007

Contra la pared (Gegen die wand)

Lamentos…
Gemidos…
Se intercalan entre mis afligidos suspiros.

Me arrastro contra la pared, empujado por tu esencia, presionado por tu clamor de mujer caprichosa. Forzado por mis sentimientos e ideales, pegado en mi desolación.

Cuerpos prensados… amor y odio desatados por un deseo furibundo, mediante caricias desenfrenadas que intentan hacerte mía. Mezcla de pasiones contrapuestas que invaden mi cuerpo.

La razón me invita al escape, a continuar en la cómoda languidez de mi vida de tranco sereno. Aquella que no sabe de cambios ni resquemores…esa que se funde sin mediar pasiones, despojado de pretensiones.

Pero el roce de nuestros cuerpos despierta los sentimientos, y cegado por el perfume de tu respiración agitada, me entrego. Rendido por tu cuerpo y el ávido deseo. Corazones entrelazados, perforado por las dagas que afloran de mi pecho.

Despierto de mi sueño, fatal realidad la que se escurre entre mis dedos. Tu cuerpo inerte, sin respuesta… y el mío desamparado, hundido en el más terrible desconsuelo. La presión que me imprime tu ausencia es aún más fuerte, tan devastadora que ya no puedo contener este dolor que me desgarra y atropella. Llanto de niño, sincero e inútil, rabioso, fútil.

Finalmente me marcho en medio del vacío y la indiferencia, dejando un camino de huellas profundas, marcas de tristeza…recuerdos del sufrimiento que algún día la lluvia se empeñará en borrar, para olvidar el fracaso de poseer tu esencia.