lunes, 23 de abril de 2007

Carne trémula

Envueltos en la más sórdida pasión, llevados por la noche.
Invitados al descontrol y participes de la indecencia corporal.

Jugueteo de siluetas caprichosas, adornadas por sonrisas agitadas en medio de la proclamación temblorosa de tu cuerpo, de la posesión de tu cuerpo.

Y así, invitados al desfile del placer, detenidos por la marcha de un roce furtivo, manifestamos el deseo entre apetitosos gemidos que perturban nuestros oídos.

Dulce exaltación de mis sentidos, prendido por tu mirada perdida, aún más escondida y retraída entre los suspiros del deleite, mientras las luces acompañan mis maños en el recorrido de tu espalda para luego apagarse y dar paso a la cómplice oscuridad con la que te poseen mis dedos.

Protagonistas del juego de seducción, arrastrados por la pugna del amor, abatidos por el rojo de nuestros corazones. Amante en la sinceridad de tus peticiones, complaciente tras las órdenes que imprimen enseñanza y deseo.

Y repetirte eternamente en nuestra agonía todo lo que me provocas.
Todo lo que soy y lo que quiero.

1 comentario:

:: Pau :: dijo...

Palabras profanas de tu boca pura...

no sé por qué me acordé de Cerati.

y es lo único que puedo decir.

Besos