
Sueño del que no pretendo despertar, sueño que juntos construimos abrazados entre las penumbras delatoras. Lazo, puente de palabras indestructibles de la unión corpórea.
Conciencia espía, burda razón de letanía, jamás podrás apoderarte de mi vida, aquella que tiene dueña y que sin ella se indetermina.
Amor de mi vida, princesa incomprendida, no te pierdas en mis sombras y agonías. Alcánzame con la luz de tus ojos y esboza una sonrisa, una simple y delicada sonrisa que me devuelva la alegría.
Basta, no quiero seguir despertando entre los papelillos que hablan de tu vida, entre trozos de una amarga y trizada melancolía, extrañando tus brazos, tu pelo y tu cuerpo junto al mío. Quiero que me beses, que me toques y me ames. Que un día me necesites sin pretexto y me busques entre las filas. Que me encuentres en la más profunda intimidad y que tan solo me recibas.