Confundido y aterrado por los pasos ambiguos. Perturbado por el silencio de tus labios partidos. Sueño contigo, con esas manos que me acogen y me incitan, que me protegen y me invitan. En ellos siento el aroma de tu cuerpo de mujer impredecible. Dulce fragancia enigmática que excita mis sentidos.
Sueño del que no pretendo despertar, sueño que juntos construimos abrazados entre las penumbras delatoras. Lazo, puente de palabras indestructibles de la unión corpórea.
Conciencia espía, burda razón de letanía, jamás podrás apoderarte de mi vida, aquella que tiene dueña y que sin ella se indetermina.
Amor de mi vida, princesa incomprendida, no te pierdas en mis sombras y agonías. Alcánzame con la luz de tus ojos y esboza una sonrisa, una simple y delicada sonrisa que me devuelva la alegría.
Basta, no quiero seguir despertando entre los papelillos que hablan de tu vida, entre trozos de una amarga y trizada melancolía, extrañando tus brazos, tu pelo y tu cuerpo junto al mío. Quiero que me beses, que me toques y me ames. Que un día me necesites sin pretexto y me busques entre las filas. Que me encuentres en la más profunda intimidad y que tan solo me recibas.
lunes, 30 de abril de 2007
domingo, 29 de abril de 2007
El lado oscuro del corazón.
Siempre seré aquel que pisa tu sombra, el que se oscurece en ella.
Eterna promesa de arrastrarme por tu camino coleccionando tus palabras, marcado por tus huellas, determinado por el amor.
Prisionero de mis tácticas y de las vagas estrategias en busca de tu atención. Me pierdo deambulando en el silencio, hablándole a las imágenes que descansan en mis recuerdos a la espera de una mirada que estremezca mi corazón.
Y que al fin te des vuelta y me encuentres en la frialdad de la noche, entregado al sucio juego del amor. Que te detengas y súbitamente te percates de mi tristeza, ahogando en un vaso esa incipiente sonrisa burlesca que emerge de tu rostro.
Pero que sepas que de dichas marcas surge el verdadero amor, el único y verdadero amor. Ese que sólo yo soy capaz de concebir y crear. Aquél que busca respuestas donde no las hay, amor posesivo, egoísta, amor que se preocupa únicamente de sí, amor que lo abarca todo, llenando los espacios del vacío inexorable. Amor, que me hace sentir vivo y me invita a volar en su recorrido.
Sí, de mis heridas brota el amor, ese que no conoces y crees sentir por mí.
Sí, en ellas se refleja mi vida, lo que soy y lo que fui, y la entrega que tengo por ti.
Eterna promesa de arrastrarme por tu camino coleccionando tus palabras, marcado por tus huellas, determinado por el amor.
Prisionero de mis tácticas y de las vagas estrategias en busca de tu atención. Me pierdo deambulando en el silencio, hablándole a las imágenes que descansan en mis recuerdos a la espera de una mirada que estremezca mi corazón.
Y que al fin te des vuelta y me encuentres en la frialdad de la noche, entregado al sucio juego del amor. Que te detengas y súbitamente te percates de mi tristeza, ahogando en un vaso esa incipiente sonrisa burlesca que emerge de tu rostro.
Pero que sepas que de dichas marcas surge el verdadero amor, el único y verdadero amor. Ese que sólo yo soy capaz de concebir y crear. Aquél que busca respuestas donde no las hay, amor posesivo, egoísta, amor que se preocupa únicamente de sí, amor que lo abarca todo, llenando los espacios del vacío inexorable. Amor, que me hace sentir vivo y me invita a volar en su recorrido.
Sí, de mis heridas brota el amor, ese que no conoces y crees sentir por mí.
Sí, en ellas se refleja mi vida, lo que soy y lo que fui, y la entrega que tengo por ti.
"Alumbraste el lado oscuro de mi corazón. Lo hiciste pero te fuiste sin apagar la luz. Como te puedes ir tan pobre... dejandome a mi tan rico."
El lado cursi de mi corazón
Corazón coraza (Mario Benedetti)
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
lunes, 23 de abril de 2007
Carne trémula
Envueltos en la más sórdida pasión, llevados por la noche.
Invitados al descontrol y participes de la indecencia corporal.
Jugueteo de siluetas caprichosas, adornadas por sonrisas agitadas en medio de la proclamación temblorosa de tu cuerpo, de la posesión de tu cuerpo.
Y así, invitados al desfile del placer, detenidos por la marcha de un roce furtivo, manifestamos el deseo entre apetitosos gemidos que perturban nuestros oídos.
Dulce exaltación de mis sentidos, prendido por tu mirada perdida, aún más escondida y retraída entre los suspiros del deleite, mientras las luces acompañan mis maños en el recorrido de tu espalda para luego apagarse y dar paso a la cómplice oscuridad con la que te poseen mis dedos.
Protagonistas del juego de seducción, arrastrados por la pugna del amor, abatidos por el rojo de nuestros corazones. Amante en la sinceridad de tus peticiones, complaciente tras las órdenes que imprimen enseñanza y deseo.
Y repetirte eternamente en nuestra agonía todo lo que me provocas.
Todo lo que soy y lo que quiero.
Invitados al descontrol y participes de la indecencia corporal.
Jugueteo de siluetas caprichosas, adornadas por sonrisas agitadas en medio de la proclamación temblorosa de tu cuerpo, de la posesión de tu cuerpo.
Y así, invitados al desfile del placer, detenidos por la marcha de un roce furtivo, manifestamos el deseo entre apetitosos gemidos que perturban nuestros oídos.
Dulce exaltación de mis sentidos, prendido por tu mirada perdida, aún más escondida y retraída entre los suspiros del deleite, mientras las luces acompañan mis maños en el recorrido de tu espalda para luego apagarse y dar paso a la cómplice oscuridad con la que te poseen mis dedos.
Protagonistas del juego de seducción, arrastrados por la pugna del amor, abatidos por el rojo de nuestros corazones. Amante en la sinceridad de tus peticiones, complaciente tras las órdenes que imprimen enseñanza y deseo.
Y repetirte eternamente en nuestra agonía todo lo que me provocas.
Todo lo que soy y lo que quiero.
jueves, 19 de abril de 2007
Contra la pared (Gegen die wand)
Lamentos…
Gemidos…
Se intercalan entre mis afligidos suspiros.
Me arrastro contra la pared, empujado por tu esencia, presionado por tu clamor de mujer caprichosa. Forzado por mis sentimientos e ideales, pegado en mi desolación.
Cuerpos prensados… amor y odio desatados por un deseo furibundo, mediante caricias desenfrenadas que intentan hacerte mía. Mezcla de pasiones contrapuestas que invaden mi cuerpo.
La razón me invita al escape, a continuar en la cómoda languidez de mi vida de tranco sereno. Aquella que no sabe de cambios ni resquemores…esa que se funde sin mediar pasiones, despojado de pretensiones.
Pero el roce de nuestros cuerpos despierta los sentimientos, y cegado por el perfume de tu respiración agitada, me entrego. Rendido por tu cuerpo y el ávido deseo. Corazones entrelazados, perforado por las dagas que afloran de mi pecho.
Despierto de mi sueño, fatal realidad la que se escurre entre mis dedos. Tu cuerpo inerte, sin respuesta… y el mío desamparado, hundido en el más terrible desconsuelo. La presión que me imprime tu ausencia es aún más fuerte, tan devastadora que ya no puedo contener este dolor que me desgarra y atropella. Llanto de niño, sincero e inútil, rabioso, fútil.
Finalmente me marcho en medio del vacío y la indiferencia, dejando un camino de huellas profundas, marcas de tristeza…recuerdos del sufrimiento que algún día la lluvia se empeñará en borrar, para olvidar el fracaso de poseer tu esencia.
Gemidos…
Se intercalan entre mis afligidos suspiros.
Me arrastro contra la pared, empujado por tu esencia, presionado por tu clamor de mujer caprichosa. Forzado por mis sentimientos e ideales, pegado en mi desolación.
Cuerpos prensados… amor y odio desatados por un deseo furibundo, mediante caricias desenfrenadas que intentan hacerte mía. Mezcla de pasiones contrapuestas que invaden mi cuerpo.
La razón me invita al escape, a continuar en la cómoda languidez de mi vida de tranco sereno. Aquella que no sabe de cambios ni resquemores…esa que se funde sin mediar pasiones, despojado de pretensiones.
Pero el roce de nuestros cuerpos despierta los sentimientos, y cegado por el perfume de tu respiración agitada, me entrego. Rendido por tu cuerpo y el ávido deseo. Corazones entrelazados, perforado por las dagas que afloran de mi pecho.
Despierto de mi sueño, fatal realidad la que se escurre entre mis dedos. Tu cuerpo inerte, sin respuesta… y el mío desamparado, hundido en el más terrible desconsuelo. La presión que me imprime tu ausencia es aún más fuerte, tan devastadora que ya no puedo contener este dolor que me desgarra y atropella. Llanto de niño, sincero e inútil, rabioso, fútil.
Finalmente me marcho en medio del vacío y la indiferencia, dejando un camino de huellas profundas, marcas de tristeza…recuerdos del sufrimiento que algún día la lluvia se empeñará en borrar, para olvidar el fracaso de poseer tu esencia.
martes, 17 de abril de 2007
Recuerdos de bronce, María.
Fiel réplica morena de la esbelta figura de bronce que se erige entre nosotros.
Pegados en tu rincón, a tu estatua, perplejos entre la densa humedad imperante.
Aquellas hermosas palabras dedicadas se repiten en mi frente, deambulando por el camino que imprimen tus emociones más íntimas.
Aislados del mundo, testigos ocultos del amor de un padre, desolados por su negación, palpando su injusticia.
Perchè?
Eterna envidia de la naturaleza sobre tu silueta, espectadores de los celos irracionales emanados por tu belleza. Delicada y comprometida, perdida en los escombros de una extreña coincidencia.
Mujer…
Princesa…
De verde desembocadura en aquel anillo de tristeza.
Majestuosa…
Tersa…
Pegados en tu rincón, a tu estatua, perplejos entre la densa humedad imperante.
Aquellas hermosas palabras dedicadas se repiten en mi frente, deambulando por el camino que imprimen tus emociones más íntimas.
Aislados del mundo, testigos ocultos del amor de un padre, desolados por su negación, palpando su injusticia.
Perchè?
Eterna envidia de la naturaleza sobre tu silueta, espectadores de los celos irracionales emanados por tu belleza. Delicada y comprometida, perdida en los escombros de una extreña coincidencia.
Mujer…
Princesa…
De verde desembocadura en aquel anillo de tristeza.
Majestuosa…
Tersa…
viernes, 13 de abril de 2007
El latido de mi corazón.
Enamorado del latido de mi corazón.
De los golpes furiosos contra mi pecho.
Y tu cabeza sobre mi pecho.
Ansias incontrolables de volverte a ver.
De revivir tu pelo envolviendo mi cuerpo,
Rozando delicadamente mi frente al besar tu cuello.
Suave y terso recorrido a través del placentero camino del deseo.
Y susurrarte al oído…
Declararte mi amor y mi fragilidad,
Dibujando un halo de cosquilleo alrededor de tus sentidos.
Y que me mires, y sonrías…
Que bajes el rostro escondiéndote entre las sombras…
Para luego emerger con una nueva mirada y sonrisa fugaz.
Destello de mi vida.
¿Sientes mi dulce melodía delatora?
De los golpes furiosos contra mi pecho.
Y tu cabeza sobre mi pecho.
Ansias incontrolables de volverte a ver.
De revivir tu pelo envolviendo mi cuerpo,
Rozando delicadamente mi frente al besar tu cuello.
Suave y terso recorrido a través del placentero camino del deseo.
Y susurrarte al oído…
Declararte mi amor y mi fragilidad,
Dibujando un halo de cosquilleo alrededor de tus sentidos.
Y que me mires, y sonrías…
Que bajes el rostro escondiéndote entre las sombras…
Para luego emerger con una nueva mirada y sonrisa fugaz.
Destello de mi vida.
¿Sientes mi dulce melodía delatora?
miércoles, 11 de abril de 2007
Au Revoir Les Enfants
Un silencio eterno me atrapa, me despoja y me desgarra.
Mientras naufrago en olas de melancolía con un dejo de tristeza.
Recuerdos de la infancia me invaden en el intertanto provocado por la soledad. Añoranzas de un pasado que siempre parece haber sido mejor se repiten en mi mente, como si mi memoria sólo tuviese cabida para momentos felices.
Sueño despierto con un pasado y un futuro mejor. Ya lo sé, soy un eterno idealista, un enamorado de la vida que rasguña desesperadamente las paredes de su mundo racional.
Proyecto en ti aquél futuro, el sentido de mi vida y el fin de la búsqueda de la felicidad. Intento que me tomes de la mano y que juntos escribamos con nuestras miradas que el mundo es nuestro.
Creo que sólo soy un niño.
Inocente, frágil, simple y entregado.
Un niño enamorado que te necesita cerca y que reclama tu cuidado.
Aquél que depende de tu presencia para que sus ideales se transformen en realidad.
El que no sabe de regocijos en tu ausencia.
Un hombre que al mirarte sabe que no puede decirle adiós a los niños, a esos lindos niños que veo en nosotros dos.
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